
Perder un diente no es solo una cuestión estética. Tiene consecuencias funcionales, estructurales y emocionales que afectan directamente a la calidad de vida. Por eso, cuando se trata de elegir la mejor solución para reemplazar una pieza dental, es importante conocer las distintas opciones disponibles y sus implicaciones a largo plazo.
En Clínica Dental Alberto Soler, muchos pacientes nos preguntan: ¿es mejor un implante, una prótesis removible o un puente dental? A continuación, analizamos cada una de estas alternativas para ayudarte a tomar una decisión informada.
Prótesis removibles: la opción más tradicional
Las prótesis removibles son estructuras que reemplazan uno o varios dientes y que el paciente puede quitar y poner. Aunque son una solución más económica en comparación con otras opciones, presentan algunas limitaciones importantes.
Al no estar fijas al hueso, pueden moverse durante la masticación o el habla, generando incomodidad y necesidad de ajustes frecuentes. Además, con el tiempo, el hueso en la zona del diente perdido tiende a reabsorberse, lo que puede afectar la estabilidad y funcionalidad de la prótesis.
Son una opción válida en algunos casos concretos, especialmente cuando existen múltiples ausencias o cuando el paciente no puede optar por un tratamiento más avanzado. Pero en general, no ofrecen la misma seguridad ni confort que las soluciones fijas.
Puente dental: una solución fija, pero con sacrificios
Los puentes dentales consisten en una estructura que se apoya sobre los dientes adyacentes al diente ausente, que deben ser tallados y preparados para recibir el puente.
Este tratamiento tiene la ventaja de ser fijo y funcional, pero implica un desgaste irreversible de dientes sanos. Además, al no sustituir la raíz del diente perdido, no evita la reabsorción ósea en esa zona. Con el paso del tiempo, esto puede provocar problemas estéticos, acumulación de alimentos y dificultad para mantener una buena higiene.
En muchos casos, un puente puede funcionar como una solución intermedia, pero no se considera la opción más conservadora ni duradera.
Implantes dentales: la opción más avanzada y estable
El implante dental es la única solución que reemplaza no solo la corona del diente, sino también su raíz. Se trata de un pequeño tornillo de titanio que se coloca en el hueso maxilar y que, tras un proceso de integración (osteointegración), permite colocar una corona fija con un aspecto y funcionalidad prácticamente idénticos a los de un diente natural.
Ventajas de los implantes:
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No afectan a los dientes vecinos: no es necesario tallar piezas sanas.
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Previenen la pérdida ósea: al integrarse en el hueso, estimulan su mantenimiento y evitan la reabsorción.
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Estéticos y naturales: el resultado es prácticamente indistinguible de un diente real.
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Duraderos: con buenos cuidados, pueden durar muchos años, incluso toda la vida.
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Comodidad total: no se mueven, no generan molestias al comer ni hablar.
¿Cuál es la mejor opción para ti?
Cada caso debe valorarse de forma individual, teniendo en cuenta factores como la salud general del paciente, la cantidad y calidad del hueso, la higiene oral y las expectativas personales. Sin embargo, cuando las condiciones lo permiten, el implante dental sigue siendo la solución más completa y beneficiosa a largo plazo.
En Clínica Dental Alberto Soler, con sedes en Roquetas de Mar y Almería, contamos con amplia experiencia en implantología y un equipo especializado para acompañarte en todo el proceso, desde el diagnóstico hasta la colocación de la prótesis definitiva. Nuestra prioridad es que recuperes tu sonrisa con seguridad, funcionalidad y confianza.
¿Tienes dudas sobre cuál es la mejor solución en tu caso?
Pide una cita y valoraremos tu situación sin compromiso. Porque una boca sana empieza por una decisión bien informada.